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domingo, 14 de noviembre de 2010

LINFEDEMA



     Con el término linfedema se denomina al tipo de edema producido por una obstrucción en los canales linfáticos del organismo. Tal situación se produce por la acumulación de la linfa - un líquido que produce el cuerpo humano, con alta cantidad de proteínas de alta densidad- en los espacios intersticiales, dentro del tejido celular subcutáneo. Obedece por lo general a una insuficiencia en el sistema linfático, y trae como consecuencia el aumento del volumen de las extremidades, en forma completa o parcial, y la desaparición de los relieves que por debajo de la piel se aprecian.



¿Por qué se produce un linfedema?

     Una acumulación de la linfa en algún punto del cuerpo provoca un linfedema, que a su vez puede ser primario o secundario.

  • ·         Linfedema primario: ocurre cuando el sistema de conductos y/o ganglios linfáticos de una zona tiene dificultades o directamente es incapaz de transportar las proteínas grandes y otras moléculas para ser absorbidas de nuevo por el sistema venoso.


  • ·         Linfedema secundario: es consecuencia de una cirugía o una radioterapia que hayan requerido la extirpación o la radiación de los ganglios linfáticos, provocando una posterior anomalía en el proceso de drenaje.

Tipos de linfedemas primarios

A su vez, el linfedema primario puede dividirse en cuatro diferentes tipos, en relación a la localización, distribución y aspecto de los conductos linfáticos de la extremidad:

TIPO I. No se aprecian anomalías en los linfáticos iniciales, pero sí en los colectores grandes que presentan formas patológicas (suelen verse en los linfedemas congénitos).

TIPO II. Hiperplasia de redes linfáticas iniciales e hipoplasias de colectores (suelen ser linfedemas leves).


TIPO III. Linfáticos iniciales y colectores linfáticos ensanchados y muy numerosos (clínicamente muy aparatosos, y similares a los secundarios).

TIPO IV. No se encuentran ganglios linfáticos.

Forma en que se desarrolla un linfedema

     Los linfedemas por lo general se presentan en una gran variabilidad de formas.
Cuando se trata de linfedemas primarios, que por lo general obedecen a alguna alteración anatómica o congénita de los conductos linfáticos, la presentación puede incluso ser desde el nacimiento o la infancia, pero con más frecuencia aparecen a partir los 35 años, como consecuencia de un pequeño traumatismo o esguince en une extremidad. Por lo general comienza como un edema
 en tarso y tobillo.

     Por su parte, los linfedemas secundarios se relacionan con la existencias de tumores que afectan a las cadenas ganglionares (próstata, ovario, mama) o con la extirpación quirúrgica o radioterapia de estos tumores y las zonas periféricas.
 Puede ser inmediata su aparición, aunque también se dan casos en que lo hacen muchos años después del tratamiento y sin un aparente motivo desencadenante.




Tratamientos contra el linfedema
     La terapia física descongestiva compleja es considerada el tratamiento más eficaz contra el linfedema. Se trata de un conjunto de técnicas cuyo propósito es eliminar el edema y luego procurar normalizar la función del sistema linfático generando conductos “neolinfáticos”. Bajo esta terapia se incluyen diversos recursos que se combinan en un solo tratamiento.


- Drenaje linfático manual
: Ayuda a disminuir el volumen del miembro, y favorece la creación de vías de drenaje alternativas.

- Cuidados de la piel: Procuran mantener la piel libre de infecciones que agraven el linfedema, dado que el tejido afectado tiene menos defensas.

- Cinesiterapia: Ejercicios físicos que mejoran la circulación de la linfa.

- Vendajes compresivos: Permiten mantener el efecto del drenaje linfático manual 
y favorecen la reabsorción del edema. En ocasiones los vendajes compresivos pueden ser sustituidos por manguitos de contención.






 - Vendaje neuromuscular o Kinesiotape: Es una novedad en el tratamiento del linfedema.





Cuidados de un linfedema

1. Mantener el brazo o la pierna elevada por encima del nivel del corazón siempre que sea posible. Evitar movimientos circulares rápidos de brazos y piernas para que no se acumule sangre en la parte exterior de las extremidades.

2. Limpiar diariamente y aplicar cremas hidratantes sobre la piel del sector afectado.

3. Es clave evitar lesiones o infecciones en la zona afectada.

Si fuera un brazo, utilice máquinas de afeitar eléctricas, use guantes para trabajar en el jardín o la cocina y dedales para coser, cuídese las uñas. Si fuera una pierna, cúbrase los pies al salir a la intemperie, mantenga los pies secos y limpios y use calcetines de algodón, córtese las uñas en línea recta, consulte a un podólogo cuando lo necesite para prevenir uñas encarnadas e infecciones.

Para ambos casos, la recomendación es evitar bronceados recurriendo a cremas protectoras para el sol; limpiar cualquier herida de la piel con agua y jabón acompañada de alguna pomada antibacteriana; preferir vendas de gasa en vez de cinta adhesiva evitando interferir la circulación; mantenerse atento a erupciones e irritaciones de la piel y en ese caso consultar al médico; evite cualquier tipo de pinchaduras en la extremidad afectada; no exponerse a frío ni calor extremos; y evitar trabajos extenuantes y prolongados con la extremidad afectada.

4. Evite ejercer mucha presión sobre el brazo o la pierna afectada

• No cruce las piernas al sentarse.
• No use joyas ni ropas apretadas o con bandas ajustadas.
• Lleve el bolso en el brazo que no está afectado.
• No se tome la presión sanguínea en el brazo afectado.
• No use vendajes elásticos ni medias con ligas apretadas.
• No se siente en la misma posición más de 30 minutos.

5. Esté pendiente de las señales de infección: enrojecimiento, dolor, ardor, hinchazón o fiebre. Llame al médico inmediatamente si se producen.

6. Haga ejercicios siguiendo las instrucciones de su terapeuta.

7. Cumpla con las consultas médicas de seguimiento regular.

8. Revise piernas y brazos diariamente:

• mida la circunferencia del brazo o la pierna a intervalos regulares según la recomendaciones del médico o terapeuta.
• mida con cinta métrica el brazo o la pierna, siempre en los mismos dos lugares.
• infórmele a su médico si el miembro de repente aumenta de diámetro.

9. La capacidad táctil del miembro afectado podría disminuir, por lo cual prefiera utilizar el miembro opuesto probar la temperatura del agua para cocinar o para bañarse.

10. Cada 6 meses realice una pauta de tratamiento con DLM
 y al finalizar el tratamiento ajuste su media elástica al nuevo diámetro de la extremidad. Si puede permitírselo realice una vez cada 2 semanas una sesión de DLM de mantenimiento.

11. Use diariamente la media elástica de compresión extra-fuerte y repóngala cada vez que pierda la elasticidad. 12. Utilice vendajes compresivos durante la noche.

13. Controle el sobrepeso y haga una dieta equilibrada evitando grasas y carnes
.
14. Si se depila, es preferible una depilación definitiva con láser.

15. No tome diuréticos sin control médico.






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